ELDE - reto 5

Usar la frase: “En el oeste se encontraban las ciudades de los muertos” para hacer una composición creativa.


Esta espeluznante historia tiene su origen en algún lugar de las diversas metrópolis de mi matrix. Les cuento, allí existe un ángel negro llamado Erebus, el máximo líder de todos los muertos enviados a las profundidades de la tierra. Cuando su infierno quedó corto de espacio, hizo que la tierra los vomitara a la superficie. Llevaba miles de años esperando a que llegara el momento oportuno, para llegar a ser el amo absoluto de la maldad humana.

Una noche me encontraba en una perfecta postura del Loto, la más relajante de las asanas para mi despertar espiritual, cuando un estremecedor terror se apoderó de mi cuerpo. Al abrir los ojos, me encontré en una absoluta oscuridad. Después de unos segundos, comencé a ver una luz blanquecina, de ahí apareció un ser con seis enormes alas blancas.

- Tranquila. Ven conmigo. - dijo, y me llevó en sus alas hacia la torre de una enorme iglesia. - Quédate aquí. - ordenó.

Con pavor vi desde arriba, una horda enfurecida de muertos vivientes golpear a un escuadrón de ángeles guerreros que, yacían desplumados por el suelo agrietado. Los engendros malignos, dispersos en una pestilente niebla fulminaba a todos los aludos vigilantes y a los débiles hombres en combate. Con estupor pude oler el hedor a carne carbonizada del humano y, ver la luminiscencia azulada que brotaba de los celestiales caídos. Erebus peleaba con fiereza contra el Arcangel mayor. Su espada en llamas revolvían la esencia de la bestia, pero sus golpes parecían negarse a hacerle daño.

Enseguida, después de un trueno electrizante, el cielo se abrió, dando paso a miles de serafines incandescentes disparar bolas de fuego divinas que chamuscaron a los monstruos de ultratumba. Pero una niebla súbita surgió de las entrañas del suelo y, de su núcleo surgieron lamentos agudos y aterradores. Con una espeluznante sorpresa pude ver como millones de muertos brotaban como cucarachas desde las profundidades.

Entonces, me horrorice al darme cuenta que, no solo en el oeste se encontraban las ciudades de los muertos y no precisamente por el resultado de un malvado experimento biológico. No, no. Este sucedió, por una guerra divino-humano-zombie apocalíptica que tuvo lugar en el interior de mi diabólico lado oscuro.



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