El protagonista invisible: Los simuladores de la dimension X

Este jueves: en esta convocatoria nos dejaran saber por email y en privado quién de los jueveros/as va a ser el protagonista de mi relato. Y mi personaje fue la compañera Carmen Andújar del blog Mezclando arte.  Entrar aquí para leer los relatos de mis compañeros.


Este relato está adaptado a la serie “Los simuladores” y con los personajes de la dimensión X del Dmiurgo.




En la mansión Chateau El Dmiurgo servía cuatro vasos de whisky, entretanto repasaba el plan del operativo con sus asociados.

- Espero que tu tranquilizante no lo perciba la duquesa en su té. - dijo mirando a la sexy Dana Serling que vestía su impecable traje de ama de llaves.

- Me especializo en herboristería. Este en especial es de tipo Siberiano. No tenés que preocuparte - respondió con seguridad.

- Ulises Lestrade, sos el responsable de este simulacro, ya que todo el montaje de la sesión depende de las técnicas de tus proyecciones audiovisuales. - prosiguió el Dmiurgo tomando un sorbo de licor.

- Descuidá. Tengo el ángulo perfecto, el más gótico y extraño. Para ser más explícito, cerca del sanctus donde la Duquesa reza sus oraciones. - reitero con seriedad.

- ¡Excelente! En un momento llegará la novia. Será mejor que nos vayamos a nuestros puestos. Fito Cromo está esperando en la biblioteca. - dijo, levantándose del sillón.

Una hora después, llegó la Duquesa Carmenza luciendo un vestido largo de terciopelo negro, y sobre su cabello un velo con una flor tan negra como la noche.

- Estoy lista. - musitó, extendiendo su mano.

- Yo también. - respondió Fito Cromo, mirando los preciosos brillantes que entre un ramillete de lirios blancos centelleaban en sus dedos.

Sin más preámbulos se fueron a la insólita biblioteca; donde después de tomar el té, caminaron hacia el altar, el cual, había sido preparado con una serie de objetos del difunto. Fito Cromo se percató que la duquesa ya estaba sumergiéndose en un liviano trance. La tomó de los hombros y la dirigió frente al altar.

A la señal, Ulises Lestrade fue activando las proyecciones desde las cuales, apareció gradualmente una figura lánguida con capa azul índigo y un sombrero de ala ancha.

- ¿Quién osa agraviarme de esta forma? - dijo una voz perturbada. La duquesa se estremeció ante la aparición.
- !Mon amour, soy Carmenza! ¡Estoy aquí para cumplir la promesa de casarnos! - exclamó nerviosa.

En ese instante, Ulises cambio la figura, a otra con más alta definición, donde Pierre Dupont se va transformando, dejando ver sus descarnados brazos y la sardónica expresión de su boca.

- ¡Espera! !debo salir al mundo de los vivos! - le gritó en forma tajante. Un soplo de viento casi imperceptible apagó las velas, dejándose escuchar un terrible alarido en el cual se mezclaban el dolor y el horror.

- ¡Oh Dios! - susurró ella, temblando por el pánico.
- De prisa, debemos consumar el matrimonio. ¡Antes que me quede sin piel! - gritó, señalando los anillos.

- Yo, yo… ¡Oh no, no puede ser! - gritó despavorida cubriéndose la cara, mientras Dupont tambaleante se acercaba a ella con los ojos fuera de sus órbitas.

- ¡Nooooo! !No permitan que se me acerque! - rogó a gritos la pobre Duquesa.

Acto seguido, Fito Cromo el chamán la sacó de inmediato llevándola a su alcoba. Al fin habían logrado que la duquesa se retracte de semejante locura y,  su hermano disfrutar de sus libros sin el nauseabundo incienso a moho y azufre.

Terminado el trabajo los simuladores de la dimensión X salieron a paso firme de la mansión.

- ¿Cómo se le ocurre realizar una boda póstuma, si hay tantos hombres vivos? Me gustaría llenar ese vacío sin ser un simulador. - dijo Ulises, mientras guardaba el equipo en el baúl del auto.

- ¡Vamos, subite pibe! Debemos festejar el éxito. - dijeron sus compañeros al unísono.

Comments

  1. Me halaga que me hayas puesto como líder de semejante equipo. Dana como mucama debe ser algo digno de verse.
    Ulises no tiene motivos de quejarse, está en relación con Sofía, su ayudante, y aún quedan algunos recuerdos con la bella bruja Sephora.
    Besos.

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