Amigos - !Mi amigo el Extraterrestre!

Este jueves: escribir sobre "amigos" los que tenemos, los que nos gustaría tener, los que dejaron de serlo. Amigos en genérico, en singular, en plural.






Se encontraban en un túnel del alcantarillado en Manhattan, cazando ratas madres que, al ser fumigadas provocaron mutaciones raras. Andrés tenía la hipótesis de que ellas contenían la fórmula para crear un potente antibiótico.

Ese día, Wilkins se mostraba nervioso, sacó de su maletín unos papeles y se acercó a Andrés que se encontraba recolectando muestras.

- Andrés  acá tienes  la fórmula para el antibiótico. No necesitas más experimentos. -

- ¿He?  ¿De qué hablas? - preguntó intrigado.

- Llegó el momento de decirte mi secreto. Escúchame sin interrupciones.  El futuro de la humanidad está en peligro. Los alienígenas están aquí, en todas partes disfrazados de humanos. Viven en la luna ocultos, millones de ellos para atacar la tierra. -

- ¿Aun crees en esa vieja historia, amigo? !Por favor! Si en realidad existiesen ya nos hubieran invadido, ¿no crees? - dijo esbozando una  sonrisa escéptica. Pero después, al ver la cara de seriedad de Wilkins se limitó a seguir escuchando.

- No es así de simple. Están esperando que entre la tierra y la luna se formen las dimensiones necesarias para cruzar. Están construyendo “puentes” hasta alcanzar el portal 9. Mientras tanto, el diamante verde que trajeron los astronautas a la tierra lo están usando para el mal. Esa piedra  contiene los misterios y la sabiduría del universo. Existe una organización muy poderosa que la mantiene bajo estricta vigilancia. El propósito de su poder es manipular a la población y exterminarla lentamente con guerras, enfermedades y desastres ecológicos. Su plan, usar el poder de la sangre real (el santo grial) para inseminar una nueva civilización, al tiempo que la Tierra se destruye.  -

- ¿Te das cuenta de la magnitud de tus palabras? De ser cierto lo que dices, ¿Cuál es el propósito de tu confesión? - preguntó estupefacto.

- !Soy uno de ellos! Extraño mi planeta, ya no quiero estar aquí, además a través de tu amistad llegue a sentir afecto al ser humano. Me quedan 60 segundos para conectarme  telepáticamente. Ya no hagas más preguntas y escucha lo que te voy a decir. - dijo,

Ante los ojos atónitos de Andrés, la carne del cuerpo de Wilkins se fue lentamente deshaciendo y cayendo al suelo como trozos de gelatina. Dejando expuesta a una figura de piel lisa grisácea y ojos negros ovalados. Luego, le mostró nueve esferas luminosas. Sorprendido retrocedió de pavor, con los ojos casi desorbitados. La figura se acercó y le tomo la mano, poniendo en ella una de las esferas.

- Por nuestra amistad te regalo una de mis esferas. Eres un hombre bueno y justo. - dijo alejándose de él.

- ¿Que se supone que debo hacer con ella? - preguntó, con voz triste y entrecortada.

- Lo primero que debes hacer es encontrar la forma de recobrar la gema. No busques ayuda del gobierno o correrás peligro. Una vez logres tu cometido, la esfera te dejará saber cómo usarla. Buena suerte. - respondió, mientras comenzó a flotar entre una luminosidad intensa durante unos tres minutos, y luego, se empezó a desaparecer lentamente.

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